lunes, 30 de septiembre de 2013

INDEFENSOS


        Ahora ya es fácil saber lo que siente un sparring en un ring o un saco en un gimnasio de boxeo. Cuando tu único cometido es salir a recibir puñetazos sin que se te dé la oportunidad de devolverlos, acabas con la sensación de que hay algo que no es justo. No se puede pegar a alguien que tiene las dos manos atadas a la espalda, y encima intentar parecer la víctima.
Algunos miembros de Izquierda Unida de Segurilla acudieron al pleno municipal, como cualquier otro vecino. No tiene representación municipal y no puede, por tanto, intervenir en el debate del pleno, sólo hacer preguntas si el alcalde accede a ello. Hasta aquí todo legal, y hasta razonable.

El alcalde que, como es natural, conoce esto, aprovechó esta ventaja para arremeter contra Izquierda Unida por, según él, verter insidias y falsedades que no hacían sino dejar en mal lugar al pueblo de Segurilla, intentando sacar provecho político de esta situación. Acusó a Izquierda Unida de su falta de respeto hacia el pueblo, hacia las personas, hacia la verdad, de actuar con maldad, de impulsar una campaña de desprestigio contra Segurilla, de criticar por criticar con ánimo destructivo y no constructivo, etc. Fue entonces cuando empezó a poner ejemplos de estupideces y barbaridades que se habían dicho y hecho, eso sí, sin dar un solo nombre propio, como por ejemplo, y refiriéndose al circo mediático que se montó con la contratación de Kiko Rivera: “Alguien ha llamado a la televisión”, “más me vale hablar ante las cámaras porque Izquierda Unida va a saco a por mí”, “solo quieren dividir al pueblo”, “cisma en Segurilla”, “dicen que ha costado 6000 o 9000 € traer a Kiko Rivera”, “dicen que nos ha costado 600 € ir a buscarlo a Madrid”, “dicen que ha ido un concejal a buscarlo”, “dicen que Segurilla tiene una deuda de 1.000.000 de €”, etc. Todo esto es lo que dice el Sr alcalde que se va pregonando por ahí y que no son más que estupideces.
Pues sí, señor alcalde, tiene usted toda la razón. Esas cosas y algunas más que se han dicho, no son más que estupideces, hay que darle la razón. Sólo hace falta saber quién ha dicho esas estupideces en lugar de acusar gratuitamente a una formación política, cuyas declaraciones figuran EXCLUSIVAMENTE en las redes sociales y recursos de internet, tales como el blog, twitter o facebook, (redes sociales que, por cierto, usted reconoce no manejar), así como en el programa de televisión en el que apareció hablando la coordinadora de Izquierda Unida de Segurilla. ¿Cómo puede usted saber lo que dice Izquierda Unida si no maneja los medios de comunicación que utiliza dicha coalición?, ¿Tanto miedo tiene de conocer la verdad sobre que dice Izquierda Unida de Segurilla, que no se atreve a leerlo usted personalmente para hablar con conocimiento de causa? ¿Cómo tiene el valor de meter en el mismo saco las declaraciones de Izquierda Unida, las habladurías de radiomacuto o las de un estúpido programa de telebasura que sólo muestra interés por la boda del hermano de Kiko Rivera, y le importa un carajo este pueblo? ¿Cómo puede usted no distinguir entre las palabras de la coordinadora de Izquierda Unida de Segurilla en la televisión y lo que le sale de las narices decir a un locutor o a una presentadora que sólo quieren vender carnaza?, ¿Realmente es usted tan ingenuo? Seguro que no. Por favor, haga el pequeño esfuerzo de meterse en el mencionado blog, o en facebook o en twitter o donde quiera y sabrá de qué puede acusar realmente a Izquierda Unida. Como dice el anuncio: “Compruébelo usted mismo, que no se lo cuenten”
Izquierda Unida se ha limitado a criticar la contratación de Kiko Rivera, tanto en la televisión como en las redes sociales, por considerar que no es lo mejor para Segurilla, por tener el convencimiento (con razón o sin ella) de que ese dinero habría estado mejor empleado en otra cosa, así como por los desórdenes, borracheras y suciedad que ocasionó y NADA MÁS.
Pero usted, haciendo uso de sus guantes, descargó directos, ganchos, crochets y todo tipo de golpes sobre el saco de Izquierda Unida a sabiendas de que tendría que encajarlos sin poder replicar y con una clara intención de mandarla a la lona.
Así cualquiera. De esta manera se pueden verter todo tipo de calumnias y difamaciones sin que la verdadera víctima pueda desmentirlo. Parece usted seguir esa vieja estrategia que decía: “Difama, que algo queda”.

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