Artículo de opinión
Normalmente presuponemos que la diferencia entre lo
público y lo privado está clara para la mayoría de las personas. Sin embargo,
viendo el uso que se le da a algunos espacios públicos convirtiéndolos en
negocios privados me asalta la duda de si realmente entendemos qué significa
cada uno de estos dos conceptos.
Dispuesta a salir de dudas, no hace mucho tiempo pregunté
a grupo de adolescentes si entendían la diferencia entre las palabras “público”
y “privado”. La respuesta unánime fue que: lo público era “algo que es de
todos” y lo privado “algo de lo que solo se beneficia un particular”. Ellos lo
tenían claro. Mi siguiente pregunta fue que si un espacio público debía ser
utilizado por un particular para sacar provecho individual sin pagar nada a
cambio. Las respuestas volvieron a ser unánimes Si se trataba de un lugar
público, es decir que pertenecía a todos, no era lógico que solo se beneficiara
una persona y menos no pagando nada por su uso. Ellos volvían a tenerlo claro.
Esto que a todas luces nos puede parecer obvio, no lo es tanto en nuestro
pueblo: Segurilla.
El uso privado que se hace de algunos espacios
públicos no por ser algo cotidiano, deja de ser un escándalo intolerable.
Tomemos por ejemplo el uso que se le da a la casa de la cultura de nuestro pueblo
en algunas franjas horarias y durante casi todos los días de la semana.
Las actividades deportivas que se desarrollan en ese
espacio público, que es de todos los segurillanos y segurillanas y por las que
cada uno de los participantes paga una cuota mensual, reportan unos beneficios
a las personas que se ocupan de impartirlas. Inocentemente, cabría esperar que es@s
monitor@s pagan a su vez una cuota al ayuntamiento, que también es de todos y
de todas, por el uso de estas instalaciones públicas. Eso sería lo más lógico. Pues
bien, contrario a toda lógica este espacio público se cede para estas
actividades privadas sin que ello suponga ninguna aportación a las arcas
públicas.
Lo anteriormente expuesto no significa que las
personas que llevan a cabo dichas actividades deportivas se hayan negado en
momento alguno a pagar una cuota por el uso de las instalaciones. Muy al
contrario, me consta que en diferentes ocasiones se ha pedido que haya una
regulación al respecto. Sin embargo desde nuestro ayuntamiento se ha hecho
oídos sordos y la situación está enquistada desde hace años.
Todos sabemos que el uso de cualquier local supone un
gasto económico de luz, aire acondicionado, limpieza y el lógico desgaste de
las instalaciones. Pero en el caso de la casa de la cultura, los gastos que se
producen en el desarrollo de estas actividades corren por cuenta de todos los
vecinos y vecinas de nuestro pueblo; sin embargo solo se beneficia
económicamente la persona o personas que las imparten. Y todo esto muy a su
pesar ya que aunque quieran hacer las cosas de acuerdo a la lógica, lo cierto
es que no se les da la oportunidad de pagar una cuota.
Pienso que es muy bueno que haya una oferta de ocio
saludable en Segurilla y que esta oferta esté abierta a todos y a todas. Esa no
es la cuestión que estamos analizando, sino otra muy diferente. La falta de
regulación al respecto provoca situaciones indeseables cuando hay intereses que
convergen en un punto. ¿Qué ocurriría si todos quisiéramos utilizar la casa de
la cultura para dar clases de lo que nos diera la gana los mismos días y en los
mismos horarios? Lo deseable sería que hubiera una regulación para no tener
problemas.
¿Por qué tenemos que pagar todos los vecinos de
nuestro pueblo los gastos que generan estas actividades privadas? ¿Por qué no
se les da la oportunidad que están pidiendo es@s monitor@s de contribuir al
gasto que se genera con una cuota mensual? Y por otra parte, ¿Con qué criterio se ceden
estas instalaciones públicas? ¿La ley imperante es el “amiguismo”?
Está claro que así no se hacen las cosas. Necesitamos
que haya una regulación al respecto y que se aplique al pie de la letra. Es
vergonzoso que alguien crea que puede dar permiso cuando quiera, como quiera y
a quien quiera arbitrariamente. ¿Jugamos a ser dios?
._MER_.
Desde IU Segurilla hemos llevado este asunto al pleno
en muchas ocasiones y siempre se nos ha dado la misma respuesta: sí, es verdad,
necesitamos regular esta situación, lo podemos tratar en un pleno
extraordinario, etc. Pero nunca se ha llevado a cabo nada. Nosotros seguiremos
insistiendo en la necesidad de crear una Ordenanza para regular el uso de
espacios públicos con ánimo de lucro, como son estos casos.
Es un tema que hay que tratar con máximo cuidado, pues
no nos gustaría que dicha regulación repercutiera al usuario y nuestros vecinos
y vecinas dejen de asistir a sus actividades deportivas por ver incrementada su
cuota mensual. Por ello, hay que pensar bien las cosas, pero lo que está claro,
es que esta situación se tiene que regular, como muchas otras cosas en nuestro
pueblo. No demos por hecho que, algo que se lleva haciendo así durante años
está bien hecho. Seamos críticos y seamos consciente de la necesidad de regularlo.
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