lunes, 11 de febrero de 2019

El negocio privado de los espacios públicos en Segurilla


Artículo de opinión 

Normalmente presuponemos que la diferencia entre lo público y lo privado está clara para la mayoría de las personas. Sin embargo, viendo el uso que se le da a algunos espacios públicos convirtiéndolos en negocios privados me asalta la duda de si realmente entendemos qué significa cada uno de estos dos conceptos.

Dispuesta a salir de dudas, no hace mucho tiempo pregunté a grupo de adolescentes si entendían la diferencia entre las palabras “público” y “privado”. La respuesta unánime fue que: lo público era “algo que es de todos” y lo privado “algo de lo que solo se beneficia un particular”. Ellos lo tenían claro. Mi siguiente pregunta fue que si un espacio público debía ser utilizado por un particular para sacar provecho individual sin pagar nada a cambio. Las respuestas volvieron a ser unánimes Si se trataba de un lugar público, es decir que pertenecía a todos, no era lógico que solo se beneficiara una persona y menos no pagando nada por su uso. Ellos volvían a tenerlo claro. Esto que a todas luces nos puede parecer obvio, no lo es tanto en nuestro pueblo: Segurilla.

El uso privado que se hace de algunos espacios públicos no por ser algo cotidiano, deja de ser un escándalo intolerable. Tomemos por ejemplo el uso que se le da a la casa de la cultura de nuestro pueblo en algunas franjas horarias y durante casi todos los días de la semana.

Las actividades deportivas que se desarrollan en ese espacio público, que es de todos los segurillanos y segurillanas y por las que cada uno de los participantes paga una cuota mensual, reportan unos beneficios a las personas que se ocupan de impartirlas. Inocentemente, cabría esperar que es@s monitor@s pagan a su vez una cuota al ayuntamiento, que también es de todos y de todas, por el uso de estas instalaciones públicas. Eso sería lo más lógico. Pues bien, contrario a toda lógica este espacio público se cede para estas actividades privadas sin que ello suponga ninguna aportación a las arcas públicas.

Lo anteriormente expuesto no significa que las personas que llevan a cabo dichas actividades deportivas se hayan negado en momento alguno a pagar una cuota por el uso de las instalaciones. Muy al contrario, me consta que en diferentes ocasiones se ha pedido que haya una regulación al respecto. Sin embargo desde nuestro ayuntamiento se ha hecho oídos sordos y la situación está enquistada desde hace años.

Todos sabemos que el uso de cualquier local supone un gasto económico de luz, aire acondicionado, limpieza y el lógico desgaste de las instalaciones. Pero en el caso de la casa de la cultura, los gastos que se producen en el desarrollo de estas actividades corren por cuenta de todos los vecinos y vecinas de nuestro pueblo; sin embargo solo se beneficia económicamente la persona o personas que las imparten. Y todo esto muy a su pesar ya que aunque quieran hacer las cosas de acuerdo a la lógica, lo cierto es que no se les da la oportunidad de pagar una cuota.

Pienso que es muy bueno que haya una oferta de ocio saludable en Segurilla y que esta oferta esté abierta a todos y a todas. Esa no es la cuestión que estamos analizando, sino otra muy diferente. La falta de regulación al respecto provoca situaciones indeseables cuando hay intereses que convergen en un punto. ¿Qué ocurriría si todos quisiéramos utilizar la casa de la cultura para dar clases de lo que nos diera la gana los mismos días y en los mismos horarios? Lo deseable sería que hubiera una regulación para no tener problemas.

¿Por qué tenemos que pagar todos los vecinos de nuestro pueblo los gastos que generan estas actividades privadas? ¿Por qué no se les da la oportunidad que están pidiendo es@s monitor@s de contribuir al gasto que se genera con una cuota mensual?  Y por otra parte, ¿Con qué criterio se ceden estas instalaciones públicas? ¿La ley imperante es el “amiguismo”?

Está claro que así no se hacen las cosas. Necesitamos que haya una regulación al respecto y que se aplique al pie de la letra. Es vergonzoso que alguien crea que puede dar permiso cuando quiera, como quiera y a quien quiera arbitrariamente. ¿Jugamos a ser dios?

._MER_.



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Desde IU Segurilla hemos llevado este asunto al pleno en muchas ocasiones y siempre se nos ha dado la misma respuesta: sí, es verdad, necesitamos regular esta situación, lo podemos tratar en un pleno extraordinario, etc. Pero nunca se ha llevado a cabo nada. Nosotros seguiremos insistiendo en la necesidad de crear una Ordenanza para regular el uso de espacios públicos con ánimo de lucro, como son estos casos.

Es un tema que hay que tratar con máximo cuidado, pues no nos gustaría que dicha regulación repercutiera al usuario y nuestros vecinos y vecinas dejen de asistir a sus actividades deportivas por ver incrementada su cuota mensual. Por ello, hay que pensar bien las cosas, pero lo que está claro, es que esta situación se tiene que regular, como muchas otras cosas en nuestro pueblo. No demos por hecho que, algo que se lleva haciendo así durante años está bien hecho. Seamos críticos y seamos consciente de la necesidad de regularlo.







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