domingo, 24 de febrero de 2019

Presentamos requerimiento para que el Ayuntamiento de Segurilla cumpla la Ley de Memoria Histórica

 
    El pasado martes, día 19 de febrero, dimos entrada en el Ayuntamiento de nuestro pueblo un escrito donde reclamamos al mismo el cumplimiento de la Ley de Memoria Histórica, que a día de hoy todavía no se ha cumplido. Vistas la últimas noticias, donde el Ministerio de Justicia ha solicitado a más de 600 Ayuntamientos (entre los que se encuentra el nuestro) que retiren los vestigios franquistas y avisa que no hacerlo puede suponer la retirada de subvenciones públicas, nos vemos en la obligación de volver a pedir a nuestro Ayuntamiento que lo cumpla. 

    Como indicamos en el requerimiento presentado, en caso de que dichos vestigios no sean retirados y/o nuestro municipio sea sancionado, nuestro grupo municipal estudiará las posibles acciones legales por presuntos delitos de dejación de funciones, prevaricación, malversación de caudales públicos, etc.



     Os dejamos diferentes enlaces a noticias donde podemos ver nuestro municipio, Segurilla, entre los Ayuntamientos requeridos (pincha en los titulares y accede directamente a las noticias):


A continuación os dejamos el requerimiento que hemos presentado para dar cumplimiento a la Ley de memoria histórica en el Ayuntamiento de Segurilla: 



AL AYUNTAMIENTO DE SEGURILLA

Dª María Martín Blázquez, concejala del Ayuntamiento de Segurilla, mediante la presente

EXPONGO
            En los últimos días la prensa ha hecho público los Ayuntamientos que han sido requeridos por la Dirección General  para la Memoria Histórica del Ministerio de Justicia, para que se eliminen los vestigios del franquismo que todavía puedan quedar en espacios públicos de dichos municipios, en cumplimiento de lo dispuesto en el artículo 15.1  de la de la Ley 52/2007, de 26 de diciembre, por la que se reconocen y amplían derechos a favor de quienes padecieron persecución o violencia durante la guerra civil y la dictadura, en referencia a símbolos y monumentos públicos donde dispone:

Las Administraciones públicas, en el ejercicio de sus competencias, tomarán las medidas oportunas para la retirada de escudos, insignias, placas y otros objetos o menciones conmemorativas de exaltación, personal o colectiva, de la sublevación militar, de la Guerra Civil y de la represión de la Dictadura. Entre estas medidas podrá incluirse la retirada de subvenciones o ayudas públicas”.

            Entre esos Ayuntamientos está lamentablemente el Ayuntamiento de Segurilla, que tras 12 años de la entrada en vigor de la Ley de Memoria Histórica aun no ha procedido a cumplir con dicho mandato legal.
            Para Izquierda Unida es lamentable que aun no se haya cumplido con lo dispuesto en la ley de memoria histórica, no se hayan eliminado todos los vestigios de un golpe de estado y su dictadura, y además que dicha dejadez pueda ocasionar sanciones al Ayuntamiento que al final pagaríamos todos los vecinos y vecinas  por la dejadez de funciones de los diferentes gobiernos municipales desde 2007.

Es por lo que

SOLICITO, se proceda de manera inmediata a la retirada de los elementos de simbología de la exaltación del golpe de estado y/o de la dictadura, y se dé cumplimiento a lo dispuesto en la Ley 52/2007, así como al requerimiento del Ministerio de Justicia.

Y que en caso de que dichos vestigios no sean retirados y/o el municipio sea sancionado, éste grupo municipal estudiará las posibles acciones legales por presuntos delitos de dejación de funciones, prevaricación, malversación de caudales públicos, etc.






lunes, 11 de febrero de 2019

El negocio privado de los espacios públicos en Segurilla


Artículo de opinión 

Normalmente presuponemos que la diferencia entre lo público y lo privado está clara para la mayoría de las personas. Sin embargo, viendo el uso que se le da a algunos espacios públicos convirtiéndolos en negocios privados me asalta la duda de si realmente entendemos qué significa cada uno de estos dos conceptos.

Dispuesta a salir de dudas, no hace mucho tiempo pregunté a grupo de adolescentes si entendían la diferencia entre las palabras “público” y “privado”. La respuesta unánime fue que: lo público era “algo que es de todos” y lo privado “algo de lo que solo se beneficia un particular”. Ellos lo tenían claro. Mi siguiente pregunta fue que si un espacio público debía ser utilizado por un particular para sacar provecho individual sin pagar nada a cambio. Las respuestas volvieron a ser unánimes Si se trataba de un lugar público, es decir que pertenecía a todos, no era lógico que solo se beneficiara una persona y menos no pagando nada por su uso. Ellos volvían a tenerlo claro. Esto que a todas luces nos puede parecer obvio, no lo es tanto en nuestro pueblo: Segurilla.

El uso privado que se hace de algunos espacios públicos no por ser algo cotidiano, deja de ser un escándalo intolerable. Tomemos por ejemplo el uso que se le da a la casa de la cultura de nuestro pueblo en algunas franjas horarias y durante casi todos los días de la semana.

Las actividades deportivas que se desarrollan en ese espacio público, que es de todos los segurillanos y segurillanas y por las que cada uno de los participantes paga una cuota mensual, reportan unos beneficios a las personas que se ocupan de impartirlas. Inocentemente, cabría esperar que es@s monitor@s pagan a su vez una cuota al ayuntamiento, que también es de todos y de todas, por el uso de estas instalaciones públicas. Eso sería lo más lógico. Pues bien, contrario a toda lógica este espacio público se cede para estas actividades privadas sin que ello suponga ninguna aportación a las arcas públicas.

Lo anteriormente expuesto no significa que las personas que llevan a cabo dichas actividades deportivas se hayan negado en momento alguno a pagar una cuota por el uso de las instalaciones. Muy al contrario, me consta que en diferentes ocasiones se ha pedido que haya una regulación al respecto. Sin embargo desde nuestro ayuntamiento se ha hecho oídos sordos y la situación está enquistada desde hace años.

Todos sabemos que el uso de cualquier local supone un gasto económico de luz, aire acondicionado, limpieza y el lógico desgaste de las instalaciones. Pero en el caso de la casa de la cultura, los gastos que se producen en el desarrollo de estas actividades corren por cuenta de todos los vecinos y vecinas de nuestro pueblo; sin embargo solo se beneficia económicamente la persona o personas que las imparten. Y todo esto muy a su pesar ya que aunque quieran hacer las cosas de acuerdo a la lógica, lo cierto es que no se les da la oportunidad de pagar una cuota.

Pienso que es muy bueno que haya una oferta de ocio saludable en Segurilla y que esta oferta esté abierta a todos y a todas. Esa no es la cuestión que estamos analizando, sino otra muy diferente. La falta de regulación al respecto provoca situaciones indeseables cuando hay intereses que convergen en un punto. ¿Qué ocurriría si todos quisiéramos utilizar la casa de la cultura para dar clases de lo que nos diera la gana los mismos días y en los mismos horarios? Lo deseable sería que hubiera una regulación para no tener problemas.

¿Por qué tenemos que pagar todos los vecinos de nuestro pueblo los gastos que generan estas actividades privadas? ¿Por qué no se les da la oportunidad que están pidiendo es@s monitor@s de contribuir al gasto que se genera con una cuota mensual?  Y por otra parte, ¿Con qué criterio se ceden estas instalaciones públicas? ¿La ley imperante es el “amiguismo”?

Está claro que así no se hacen las cosas. Necesitamos que haya una regulación al respecto y que se aplique al pie de la letra. Es vergonzoso que alguien crea que puede dar permiso cuando quiera, como quiera y a quien quiera arbitrariamente. ¿Jugamos a ser dios?

._MER_.



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Desde IU Segurilla hemos llevado este asunto al pleno en muchas ocasiones y siempre se nos ha dado la misma respuesta: sí, es verdad, necesitamos regular esta situación, lo podemos tratar en un pleno extraordinario, etc. Pero nunca se ha llevado a cabo nada. Nosotros seguiremos insistiendo en la necesidad de crear una Ordenanza para regular el uso de espacios públicos con ánimo de lucro, como son estos casos.

Es un tema que hay que tratar con máximo cuidado, pues no nos gustaría que dicha regulación repercutiera al usuario y nuestros vecinos y vecinas dejen de asistir a sus actividades deportivas por ver incrementada su cuota mensual. Por ello, hay que pensar bien las cosas, pero lo que está claro, es que esta situación se tiene que regular, como muchas otras cosas en nuestro pueblo. No demos por hecho que, algo que se lleva haciendo así durante años está bien hecho. Seamos críticos y seamos consciente de la necesidad de regularlo.