Ahora
ya es fácil saber lo que siente un sparring en un ring o un saco en
un gimnasio de boxeo. Cuando tu único cometido es salir a recibir
puñetazos sin que se te dé la oportunidad de devolverlos, acabas
con la sensación de que hay algo que no es justo. No se puede pegar
a alguien que tiene las dos manos atadas a la espalda, y encima
intentar parecer la víctima.
Algunos
miembros de Izquierda Unida de Segurilla acudieron al pleno
municipal, como cualquier otro vecino. No tiene representación
municipal y no puede, por tanto, intervenir en el debate del pleno,
sólo hacer preguntas si el alcalde accede a ello. Hasta aquí todo
legal, y hasta razonable.
El alcalde que, como es natural, conoce esto, aprovechó esta ventaja para arremeter contra Izquierda Unida por, según él, verter insidias y falsedades que no hacían sino dejar en mal lugar al pueblo de Segurilla, intentando sacar provecho político de esta situación. Acusó a Izquierda Unida de su falta de respeto hacia el pueblo, hacia las personas, hacia la verdad, de actuar con maldad, de impulsar una campaña de desprestigio contra Segurilla, de criticar por criticar con ánimo destructivo y no constructivo, etc. Fue entonces cuando empezó a poner ejemplos de estupideces y barbaridades que se habían dicho y hecho, eso sí, sin dar un solo nombre propio, como por ejemplo, y refiriéndose al circo mediático que se montó con la contratación de Kiko Rivera: “Alguien ha llamado a la televisión”, “más me vale hablar ante las cámaras porque Izquierda Unida va a saco a por mí”, “solo quieren dividir al pueblo”, “cisma en Segurilla”, “dicen que ha costado 6000 o 9000 € traer a Kiko Rivera”, “dicen que nos ha costado 600 € ir a buscarlo a Madrid”, “dicen que ha ido un concejal a buscarlo”, “dicen que Segurilla tiene una deuda de 1.000.000 de €”, etc. Todo esto es lo que dice el Sr alcalde que se va pregonando por ahí y que no son más que estupideces.
Pues
sí, señor alcalde, tiene usted toda la razón. Esas cosas y algunas
más que se han dicho, no son más que estupideces, hay que darle la
razón. Sólo hace falta saber quién ha dicho esas estupideces en
lugar de acusar gratuitamente a una formación política, cuyas
declaraciones figuran EXCLUSIVAMENTE en las redes sociales y recursos
de internet, tales como el blog, twitter o facebook, (redes sociales
que, por cierto, usted reconoce no manejar), así como en el programa
de televisión en el que apareció hablando la coordinadora de
Izquierda Unida de Segurilla. ¿Cómo puede usted saber lo que dice
Izquierda Unida si no maneja los medios de comunicación que utiliza
dicha coalición?, ¿Tanto miedo tiene de conocer la verdad sobre que
dice Izquierda Unida de Segurilla, que no se atreve a leerlo usted
personalmente para hablar con conocimiento de causa? ¿Cómo tiene el
valor de meter en el mismo saco las declaraciones de Izquierda Unida,
las habladurías de radiomacuto o las de un estúpido programa de
telebasura que sólo muestra interés por la boda del hermano de Kiko
Rivera, y le importa un carajo este pueblo? ¿Cómo puede usted no
distinguir entre las palabras de la coordinadora de Izquierda Unida
de Segurilla en la televisión y lo que le sale de las narices decir
a un locutor o a una presentadora que sólo quieren vender carnaza?,
¿Realmente es usted tan ingenuo? Seguro que no. Por favor, haga el
pequeño esfuerzo de meterse en el mencionado blog, o en facebook o
en twitter o donde quiera y sabrá de qué puede acusar realmente a
Izquierda Unida. Como dice el anuncio: “Compruébelo usted mismo,
que no se lo cuenten”
Izquierda
Unida se ha limitado a criticar la contratación de Kiko Rivera,
tanto en la televisión como en las redes sociales, por considerar
que no es lo mejor para Segurilla, por tener el convencimiento (con
razón o sin ella) de que ese dinero habría estado mejor empleado en
otra cosa, así como por los desórdenes, borracheras y suciedad que
ocasionó y NADA MÁS.
Pero
usted, haciendo uso de sus guantes, descargó directos, ganchos,
crochets y todo tipo de golpes sobre el saco de Izquierda Unida a
sabiendas de que tendría que encajarlos sin poder replicar y con una
clara intención de mandarla a la lona.
Así
cualquiera. De esta manera se pueden verter todo tipo de calumnias y
difamaciones sin que la verdadera víctima pueda desmentirlo. Parece
usted seguir esa vieja estrategia que decía: “Difama, que algo
queda”.