Artículo de opinión
Amanece en Segurilla el día después de las elecciones
municipales. El Partido Popular ha conseguido revalidar su mayoría absoluta en
el ayuntamiento por lo que cabría pensar que sus dirigentes y seguidores están
contentos.
Durante toda la jornada electoral nuestro alcalde, D. Pablo
Barroso, mostró su nerviosismo protagonizando dos actos vergonzosos que nos
recuerdan a otras épocas mucho más difíciles y peligrosas para quienes pensamos
diferente. En un estado de completa alteración profirió una sarta de insultos y
salidas de tono tales que nos hicieron temer por su salud.
Acabado el recuento de las elecciones municipales, familiares
y amigos del señor Barroso se fueron a celebrar su triunfo y lo estuvieron haciendo
a lo grande durante buena parte de la noche con sus consiguientes petardos y
música que sobrepasaba los decibelios y la hora permitida. Los vecinos no se han
quejado porque asumen que deben aguantar la falta de descanso para que otros
celebren una juerga nocturna.
Las consecuencias de toda juerga cuando se lleva a cabo sin
control y bajo los efectos de los vapores etílicos es bastante esperable. Las
faltas de educación y respeto que ya fueron mostradas en el colegio electoral
por personas afines al señor alcalde y por él mismo, siguieron campando a sus
anchas.
Una de las estampas más tristes que deja la resaca electoral fue
encontrar la pancarta de Izquierda Unida arrancada del lugar donde estaba
colgada, deshilachada y pisoteada. Alguien que pasaba por allí estando de
celebración o no, quizás empujado por la valentía que da el alcohol, tuvo la feliz
idea de que las únicas opiniones que merecen la pena son las suyas.
No me quiero ni imaginar el peligro que corrió su integridad
física ante la etílica hazaña de subirse tan alto para intentar borrar
cualquier vestigio de pensamiento diferente. La mala educación de algunas
personas no conoce límites. Y lo que es peor la ignorancia de algunos que por
no saber, no saben ni asumir su propia victoria.
MER
El problema de este pueblo (y de este país) no es la persona con ideas franquistas (por qué los había y los hay, y los creían extintos) que no acepta que otra persona pueda opinar diferente. El problema es el estúpido de Pedro Sánchez al que la derecha de este país engañó como a un niño chico para que no pudiera gobernar; y sus votantes, que, después de las 10 ó 12 últimas andadas de sus dirigentes (y exdirigentes) no han hecho desaparecer a ese partido político que se hace llamar "obrero".
ResponderEliminar... y digo yo....que tiene que ver eso , con la buena o mala educación?...saber ganar y saber respetar..
ResponderEliminarPrimero: educación, segundo: Educación, y tercero y como colofón: EDUCACIÓN.Sin EDUCACIÓN no sirven ni las derrotas ni las victorias.
ResponderEliminarPrimero: EDUCACIÓN, segundo: EDUCACIÓN, y tercero y como colofón: EDUCACIÓN. Sin EDUCACIÓN no sirven ni las derrotas ni las victorias.
ResponderEliminarNada se apaga,.... tranquilos.
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